jueves, 20 de agosto de 2009

"EL CIGARRITO"


En los años 60` una mujer por cada 9 hombres era fumadora, en la actualidad una mujer por cada 3 hombres.
En personas fumadoras, la mortalidad supera en un 70% a la mortalidad de no fumadores a la misma edad, ya que cada cigarrillo disminuye en unos 5 a 8 minutos de vida, o sea, unos 8 años menos de expectativa de vida en grandes fumadores.
También es importante la edad de inicio, siendo más susceptibles los adolescentes, quienes motivados por imitación, independencia o curiosidad se inician en el vicio, desconociendo las consecuencias nefastas para la salud, siendo en ellos especialmente más dañino ya que disminuye su rendimiento estudiantil y capacidades físicas. Es importante destacar que el 80% de las personas que comienzan a fumar entre los 15 y 20 años son grandes fumadores en el futuro.
En Chile es responsable de 9.000 muertes anuales (25 al día) por las más de 20 enfermedades atribuibles a su consumo, 4.500 de ellas corresponden a enfermedades cardiovasculares.
El fumador pasivo también tiene un riesgo elevado al doble en relación al no fumador y los más débiles son los niños fumadores pasivos que pueden hacer además infecciones respiratorias agudas más frecuentemente.
El tabaco contiene más de 4.000 sustancias toxicas, entre ellas la nicotina, alquitrán, cetonas y bencenos.

Tabaquismo
El tabaco es responsable del 30% de las muertes por cáncer en todo el mundo, siendo el principal el cáncer bronquial. El riesgo de tener cáncer es dependiente de la dosis, es decir, a mayor consumo, mayor riesgo.
El cáncer bronquial es un cáncer de alta letalidad debido al difícil diagnóstico precoz por la aparición tardía de la sintomatología, ya que se requieren hasta 20 años para que un tumor alcance un tamaño de unos 2 mm. Por este motivo, el 50% de los pacientes son inoperables al diagnóstico y de los que son sometidos a cirugía sólo en la mitad de los casos ésta podría ser curativa. La sobrevida al año de evolución no supera el 20%.
El tabaquismo no sólo está relacionado con cáncer bronquial sino también con cáncer de la cavidad oral, laringe, esófago, estómago, páncreas y vejiga.


Fumar no es un hábito, es una adicción a una droga, la Nicotina. Los fumadores son drogadictos.

Normalmente se define como adicción, a la dependencia manifestada hacia alguna droga.

Las drogas se pueden especificar como; “Cualquier sustancia que introducida en un organismo vivo, puede modificar una o varias de sus funciones, creando normalmente dependencia en el”

En el caso de la adicción a la nicotina, se siente una gran ansiedad física por fumar que es activada por el cerebro.



Al fumarse un cigarrillo, la nicotina a través de los pulmones pasa a la sangre y de allí al cerebro y sistema nervioso central en tan solo unos 7 segundos.
La concentración de nicotina baja rápidamente en la sangre y aproximadamente a los 20 o 30 minutos de haberse fumado un cigarrillo, comienzan a producirse los síntomas de abstinencia o mono.
Por ello los fumadores suelen fumar en promedio, un cigarro cada media hora o veinte minutos.

La nicotina es considerada una de las drogas de mayor y más rápida capacidad adictiva
Por fortuna, es también una droga cuya dependencia física, es de corta duración en el organismo, aproximadamente, hasta un máx. De 30 días después de haber abandonado el tabaco.

Esta demostrado que es la nicotina del tabaco lo que produce la adicción de fumar y la que le da el “sabor”, que experimentan los fumadores a los cigarrillos. Nadie fumaría si los cigarrillos no tuviesen nicotina.

Esta demostrado que es la nicotina del tabaco lo que produce la adicción de fumar y la que le da el “sabor”, que experimentan los fumadores a los cigarrillos. Nadie fumaría si los cigarrillos no tuviesen nicotina.
Las tabacaleras ocultaron las propiedades adictivas de la nicotina, así como los daños que ocasión el tabaco, poniendo énfasis en todos los demás detalles que implica fumar relacionándolo con deportes, vida social, el placer de fumar, etc.
Con el tiempo y por la presión del colegio medico, los paquetes de cigarrillos incluyeron la simplona leyenda de; “Puede producir cáncer” o “Fumar puede ser nocivo para la salud”
Nunca dijeron que era altamente adictivo, que no “puede producir cáncer” si no que “Produce cáncer al pulmón”, así como otras diversas enfermedades.
Varias investigaciones sobre el tabaco son financiadas por las propias tabacaleras y con sus propios científicos. Eso explica algunos resultados de estudios sobre el tabaco que dicen cosas como; “No esta demostrado científicamente que el tabaco sea el causante de ciertas enfermedades”…….. ……




El problema de la adicción al tabaco, no es solo la nicotina y toda su amplia gama de patologías asociadas como droga en si, además de los efectos nocivos que ocasiona en el organismo. (Adicción, arritmias cardiacas, hipertensión arterial, estrechamiento de los vasos capilares finos, mutación de receptores cerebrales y cambios al nivel de neuronas y comportamientos, etc.)

El humo del cigarrillo afecta directamente el funcionamiento del pulmón, vías respiratorias y digestivas y a través de la sangre, a todo el organismo provocando múltiples enfermedades.

Entre otras; derrames cerebrales, impotencia, enfisema pulmonar, cansancio o letargo permanente, bronquitis crónica, hipertensión arterial, envejecimiento prematuro, marcación profunda de las arrugas de la piel, cáncer pulmonar, digestivo y urinario, infartos cardiacos, enfermedades a las encías y con ello perdida de dientes, gastritis, ulceras, etc. Por nombrar solo algunas

El tabaco no solo produce enfermedades, también es antiestético.

Los componentes del alquitrán del tabaco, que solo han sufrido una combustión parcial, se depositan como residuos a manera de hollines y aceites en todo el sistema respiratorio y digestivo, produciendo manchas en los dientes, dedos y el clásico hedor a tabaco añejo que expelen todos los fumadores por su respiración.

Además el organismo se libera de los tóxicos venenosos del tabaco a través del sudor, orina, mucosidades y respiración de los poros. Por lo que todo el cuerpo de un fumador, huele a tabaco exudado. Agreguémosle a eso, el vestuario y todo lo que toca.
Esto la mayoría de los fumadores no pueden notarlo, pero todas las demás personas que no fuman si. Un fumador se reconoce a tres metros de distancia por el hedor que expele.

El cigarrillo no solo causa enfermedades y es antiestético, también es antisocial.

Hace mucho que esa absurda creencia de que fumar era un hábito social que daba status, elegancia y era signo de hombría, valentía, modernidad y toda esa amplia gama de estupideces, paso de moda.
Desde que se tomó conciencia que el habito de fumar era una adicción, una enfermedad y que el humo del cigarrillo era altamente toxico incluso para las personas que no fumaban, se ha prohibido su practica en muchos lugares públicos, oficinas, edificios y medios de transporte. Del mismo modo los fumadores lejos de ser vistos como personas atractivas, elegantes o valerosas, actualmente son vistos como personas desagradables, débiles, sucias y adictos.

Es evidente que alguien que anda por la vida desparramando humo toxico y cenizas a los demás y que demuestra con su actitud que no puede prescindir de su desagradable adicción ni siquiera en un lugar publico, no puede ser visto por el resto de la gente que no fuma, como una persona atractiva y mucho menos educada.


Para sumar desventajas, el fumar también es una adicción esclavizante.
La nicotina es una droga que crea una dependencia física constante y que debe ser calmada cada cierto intervalo muy corto de tiempo.
Por ello, todos los fumadores están obligados a fumar en todas las ocasiones y momentos de esta vida. Un fumador no puede hacer ni proyectar absolutamente nada sin que el fumar tenga en ello un lugar predominante, si no, lo mas importante de todo.

Un fumador no puede disfrutar de nada en esta vida si no fuma, no puede viajar, comer, hacer algo, pensar, relajarse, reír, llorar, absolutamente nada sin fumar.El cigarrillo es su amo y el su esclavo, a cada instante a cada momento
Es una esclavitud absoluta, humillante, degradante. El cigarrillo condiciona todas las funciones, actitudes y labores de su victima y de paso, le va arrebatando lenta pero progresivamente; la dignidad, el valor y la vida.



Por ultimo.Fumar es un gasto de dinero inútil

Mejor dicho es un gasto de dinero absurdo y sin el más mínimo sentido común. No puede tener sentido gastar una fortuna para hacerse daño y denigrarse, física, sicológica y socialmente a lo largo de la vida.

¿Entonces porque se fuma?..
Única y exclusivamente por las razones expuestas anteriormente.
Principalmente para calmar la necesidad producida por la nicotina y para lograr sentirse medianamente normales.
En un fumador adicto a la nicotina, no existe un estado de placer cuando fuma, solo obtiene un estado de bienestar mediocre, que es un poco mejor al estado que tiene cuando es privado de fumar. Pero un fumador no reconoce este estado como tal, si no, como un estado de placer total Ello porque ya perdió su capacidad natural de sentirse bien sin fumar y ya "olvidó" como es el estado de bienestar normal.
Al momento de apagar un cigarrillo el nivel de nicotina comienza a descender en la sangre y el fumador empieza a sentir el mono. Llega un momento en la vida de un fumador en que el organismo llega a un nivel tal de tolerancia que se siente la necesidad de fumar, aun mientras se esta fumando.

En estas condiciones, es muy difícil realizar con tranquilidad y en forma normal, cualquier actividad ya sea reposar una comida, descansar, cambiar una bombilla, mirar una película, etc.
Fumar es una necesidad creada por la nicotina que impide al fumador, al igual que las necesidades básicas y fisiológicas como el hambre la sed o el sueño, realizar cualquier tipo de actividad ya sea de trabajo, descanso, recreación, o actividades diarias normales.

Entonces el fumador enciende un cigarrillo, la nicotina llega al cerebro, se calma esa necesidad y vuelve el bienestar y la sensación de relax y plenitud. Igual que cuando alguien tiene sed y bebe, o tiene hambre y come o tiene sueño y duerme.


Sin embargo otros muchos si lo saben y aun sabiendo que pueden librarse de una adicción absurda y nociva en unos cuantos días de abstinencia, siguen fumando igual.

Las razones podrían ser fundamentalmente tres;

1- Me da lo mismo que me haga daño y que sea una estupidez fumar.
2- Estoy pensando en dejarlo pero no se cuando.
3- No puedo dejarlo, lo he intentado pero es más fuerte que yo.


Dejando fuera al que quiere morir fumando, y al indeciso que probablemente intentara dejar de fumar cuando ya sea demasiado tarde, consideremos a la persona que quiere dejar de fumar y lo intenta.

¿Qué síntomas se tienen cuando una persona deja de fumar?...

Básicamente existen tres sintomatologías cuando se deja de fumar.

Los síntomas físicos; (Trastornos físicos, ocasionados por la ausencia de tóxicos y nicotina en el organismo)

La ausencia de nicotina en el organismo y su actividad en el cerebro y sistema nervioso, pueden ocasionar los síntomas de; irritabilidad, insomnio o somnolencia, incomodidad o estados depresivos, vació, sensación de sentirse extraño, angustia, confusión mental.

Por otro lado, al dejar de fumar, el organismo comienza una labor de limpieza de los venenos y tóxicos de los órganos, fundamentalmente digestivos y respiratorios, así como una labor de recuperación de los daños ocasionados por la brutal práctica de fumar. Esto puede ocasionar, tos y algunos trastornos gástricos y físicos leves. También debido al mayor ingreso de oxigeno es probable que se sientan algunos mareos, cefalalgias y algunos otros síntomas diversos.
Los síntomas físicos son leves y muchas personas solo sienten algunos o estos son tan leves que no se dan cuenta de ninguno de ellos. Duran pocos días y no representan para el fumador ninguna dificultad. La mayoría de los ex fumadores los toman con alegría pues sienten que su organismo se esta limpiando de todas las substancias nocivas del cigarrillo y además esta reparando los daños que le ocasiono la brutal practica de fumar. Y por otro lado, el volver a los estados naturales de relajación y bienestar, es en parte como volver a recuperar lo perdido, como volver a vivir de verdad y representa un reto agradable para la mayoría de los ex fumadores.

Los síntomas de la adicción; (Sintomatología física y mental ocasionada por la abstinencia de nicotina)

Ansiedad por fumar, más comúnmente llamado “Mono”
Sin duda es el mayor obstáculo que debe vencer quien desea dejar de fumar. Los síntomas de la adicción son los responsables del 100% de los fracasos al dejar de fumar. Es decir, los fumadores fuman por la adicción a la nicotina, y recaen por su causa. No existe ningún otro factor que impida a una persona dejar de fumar.
Todos los fármacos y sistemas alternativos de ayuda médica (chicles de nicotina, parches, medicamentos, etc.) están destinados a amortiguar esta sensación.

Esta adicción puede ser mas o menos fuerte según la cantidad de nicotina a que esta habituado a ingerir diariamente cada fumador y el tiempo que lleva fumando.
No influye aquí el factor de cuantos cigarrillos se fuma una persona diariamente.

Esta comprobado que las personas que fuman cigarrillos de bajo contenido de nicotina o que fuman pocos cigarrillos al día, inhalan mas profundamente, en mayor cantidad y mas acabadamente los cigarrillos, que las personas que fuman mucho. Una persona que solo se fume cinco cigarrillos al día puede estar ingiriendo la misma cantidad de nicotina que uno que se fuma veinte.



La nicotina es considerada una droga de fuerte dependencia, tanto o más que la cocaína o la heroína, por lo que su ausencia en el organismo genera una gran ansiedad por fumar.

Se manifiesta como una deseo intenso por fumar con algunas sensaciones físicas y orgánicas que pueden desesperar al ex fumador. Al mismo tiempo, existe una predisposición a pensar en el cigarrillo constantemente.

Esta dependencia se manifiesta con ataques de duración e intensidad variables, por lo común de segundos hasta unos dos minutos, que pueden ser más fuertes a ciertas horas del día. Se presentan muy frecuentemente los tres primeros días de abstinencia, con intervalos que pueden ser de 10 a 30 o mas minutos

A partir del cuarto o quinto día, los ataques de ansiedad por fumar se hacen más espaciados pudiendo mantener su duración e intensidad o ser más leves y de menor duración disminuyendo en los días siguientes.

Por fortuna la nicotina si bien es una droga de adicción muy rápida y de alta dependencia, es también una droga cuyos síntomas de adicción no son muy perdurables en el tiempo y al cabo de un par de semanas, se elimina por completo, aun cuando las personas adictas, conservaran por muchos años o de por vida el “recuerdo” latente de la adicción en su registro orgánico.

Esto podría compararse al registro que dejan algunas enfermedades infecciosas en el organismo. Vencida la enfermedad, el cuerpo conserva un registro de ella para enfrentarla a futuro con mayor eficacia y capacidad de reacción. Esto es lo que se denomina inmunidad.
Lo mismo ocurre con la adicción a la nicotina. Esta es eliminada del organismo pero queda un registro latente de ella. Esto explica porque personas que han dejado de fumar, pueden recaer en el vicio muchos años después, con solo fumarse un cigarrillo.

Los síntomas sicológicos, (Sintomatología consciente y subconsciente asociada al habito de fumar)
El fumador desarrolla a lo largo de su vida, todo un hábito mental consciente de fumar para todo.Los fumadores fuman para todo, para comer, para beber, para disfrutar de una película, para ir de paseo, para presenciar un evento deportivo, juegos, descanso, etc. Simplemente porque la ansiedad no los deja tranquilos y tienen que fumar para sentirse relajados y cómodos.

Esto genera con el tiempo un fuerte lazo entre el hábito de fumar y la mente del fumador. Haciendo que el cigarrillo sea visto por este, como un amigo, un aliado, un compañero de vida, y como un acto casi imprescindible para vivir.

Otro tipo de adicción sicológica, es la subconsciente. El fumador esta sometido al bombardeo constante de la publicidad que hacen las empresas tabacaleras relacionando el tabaco con deportes, acción, riesgo, aventura, fortuna, moda, etc. y para colmo hasta en el cine, televisión y medios escritos, aparecen múltiples escenas de personas que fuman en determinadas circunstancias. Todo lo cual queda grabado en el subconsciente del fumador, lo quiera o no, e inconscientemente relacionara dichas situaciones con fumar.


La adicción sicológica, es la dependencia mental al cigarrillo y es la que dispara el deseo de fumar en determinadas situaciones del la vida cotidiana. Cada cosa o situación, el fumador inconscientemente la relaciona con fumar, y cree que fumar le ayudara.

Cuando la persona deja de fumar, se vera enfrentado diariamente a situaciones en las cuales normalmente fumaba. Al sentirse vació, desgraciado en un mundo extraño para el, sentirá inconscientemente o conscientemente el deseo de fumar. Si esto lo unimos a la adicción física, se tendrán dos frentes de ataque bastantes fuertes. Por un lado la propia adicción física que se presentara constantemente como síntoma de abstinencia y por otro lado el factor psicológico que disparara constantemente dicha ansiedad ante cualquier circunstancia subconsciente o consciente de los hábitos cotidianos del fumador.

La adicción sicológica, según el tipo de persona y el grado de complemento que halla desarrollado en su vida de fumador con la práctica de fumar, puede también ser mucho mas duradera en el tiempo, pudiendo permanecer por años en la mente de un ex fumador. Y ocurre que ante algún acontecimiento posterior subconsciente, puede “recrear” la adicción física, aun cuando de esta ya no queden rastros físicos en el organismo y la persona puede sentir los mismos síntomas de abstinencia de los primeros días de que dejó de fumar.

Sin duda la adicción sicológica puede ser tanto o más responsable que la adicción física en los fracasos por dejar de fumar y es también la responsable directa de las recaídas mucho tiempo después de haber abandonado el tabaco.
Y si esta no es destruida, ocurrirá muy probablemente que ante alguna situación eventual futura, mas o menos fuerte para el fumador, como tener alguna presión sicológica severa, alguna desgracia, o el simple hecho de encontrarse con alguna amistad con la cual fumaban en tertulias, la persona sentirá ganas de fumar creyendo que el cigarrillo le ayudará a sobrellevar o a hacer mas placentera esa situación.

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Como dejar de fumar;

Para dejar de fumar, se necesita de un solo requisito fundamental.
“Querer dejar de fumar”.

Esto suena como algo demasiado obvio. Nadie va a dejar de fumar, si no quiere dejar de fumar.
Sin embargo no es algo tan simple como se lee.

El único modo cierto para dejar de fumar, es ser capaz de superar el periodo de abstinencia de la adicción física. Y para ello se requiere de una sólida decisión mental capaz de soportar dicho periodo y capaz también, de destruir la adicción sicológica al cigarrillo.

Existe una relación “mente cuerpo” que en el caso de la abstinencia, cobra vital importancia. Es común que el fumador que no esta del todo convencido de su decisión, se seduzca a si mismo para volver a fumar cuando tiene un ataque de ansiedad. Se auto inventa mil y una excusas o las busca creando situaciones conflictivas o adecuadas para abandonar el intento y volver a fumar. Hasta que su débil fortaleza mental finalmente cede y vuelve a fumar desesperadamente sintiéndose mas débil y desgraciado que antes.


Sin una decisión y convencimiento mental absoluto, sólido y tenaz, será bastante tormentoso el camino para abandonar definitivamente la adicción al tabaco y muy probablemente no se tenga éxito en ello, así se usen todos los métodos y ayudas posibles para lograrlo.

La adicción física por la nicotina no dura mas de dos o tres semanas y los síntomas de abstinencia solo son fuertes los tres o cuatro primeros días.
Ocasionalmente y esporádicamente, se pueden sentir algunas ganas de fumar leves o de corta duración, después del período físico
Sin embargo las personas que deja de fumar sin un convencimiento mental absoluto, pueden sentir la ansiedad física en forma frecuente, por meses, incluso años.

¿Y como se logra esa actitud mental?
Simplemente “Queriendo dejar de fumar.”


Un fumador no podrá dejar de fumar con facilidad si lo hace solo porque se le pide su pareja, su familia, su entorno, o porque se lo dijo su medico, o porque tiene miedo de morirse de alguna enfermedad provocada por el tabaco.

Si es así, el fumador abandonara la adicción con muchísima dificultad y muy probablemente volverá a reincidir semanas, meses o años mas tarde.
Esto porque en el fondo de si mismo sabe que le gustaba fumar, que se sentía bien haciéndolo y que no quería dejar de fumar, pero que tiene que hacerlo obligado por las circunstancias. En otras palabras esta dejando de fumar, sin querer dejar de fumar realmente, por mucho que intente auto convencerse de lo contrario.

La persona que fuma, debe comenzar por cuestionarse su adicción, seria y profundamente. Razonar, darse cuenta y tomar conciencia del porqué fuma. Entender que es un enfermo adicto a una droga inútil y absurda que lo esta matando lentamente y mas encima esta pagando por ello.

Pocas personas, si no nadie, terminan por comprender algo tan evidente.
Algo que ha estado frente a sus ojos todo el tiempo y no lo veían. Simplemente porque nunca se lo cuestionaron, jamás razonaron sobre ello.
Todos los fumadores, son adictos mecanizados del cigarrillo. Ninguno de ellos tiene conciencia cierta de cuantos cigarros se fuman, en que momento y porque.
Menos aun saben en realidad porque fuman.

Recuerdo una cita del Dr. Salvador, que decía;
“Me preguntaba a veces porque fumaba, y una vocecita proveniente sin duda de una parte no contaminada de mi cerebro me decía... ¡¡ Porque eres un imbécil!! "

Para lograr una decisión absoluta, firme y sólida, es necesario mentalizarse, cambiar el registro del subconsciente que nos incita a fumar..
Todos los fumadores tienen condicionado su subconsciente para fumar. Y el subconsciente es nuestro patrón de conductas.
Para ello hay que razonar, leer experiencias de otros, informarse sobre los daños que ocasiona el tabaco y asumirlos.

Una buena práctica es visitar, grupos de apoyo o comunidades de personas que quieren dejar de fumar o ya lo han conseguido. Ya sea en forma personal o foros y comunidades de la red, chat mail, etc.

El conocimiento, las vivencias, los consejos, mas el apoyo y la compañía de personas en similar situación y con las mismas alegrías y problemas por abandonar el tabaco, representa sin duda un ayuda muy valiosa para la persona que quiere abandonar el cigarrillo o que quiere mantenerse en su propósito.

Suele ser más fácil abandonar la adicción si se tiene el apoyo moral y psicológico de otras personas en situación similar. En nuestro entorno, no es frecuente tener personas que estén en la misma situación y hablarle a alguien que no ha fumado nunca de nuestros problemas con el cigarrillo, es como hablarle del desierto a un esquimal.

Teniendo la conciencia plena de la adicción, el fumador logra un paso importantísimo para abandonar el tabaco, pues no solo tiene la mejor arma para superar los días de abstinencia con una decisión firme y sólida, si no que también este razonamiento destruye la adicción sicológica alojada en su subconsciente.

Sin un fumador “Quiere realmente dejar de fumar”, su subconsciente estará programado para hacerlo, entonces no habrá nada que pueda impedirlo y mejor aun, descubrirá que dejar de fumar es mas fácil de lo que el pensaba.
Hay muchas personas que han fumado por mas de 35 años, dos o mas paquetes diarios, y dejaron de fumar con una facilidad asombrosa prácticamente sin sentir ninguna molestia por la ansiedad. Ello, porque tenían una decisión a toda prueba y un subconsciente programado para vencer.

El único inconveniente, será el remordimiento posterior de todo el dinero gastado en cigarrillos y el porque no había abandonado esa absurda adicción hace mucho tiempo atrás.

Los intentos fallidos.

Pocas personas dejan de fumar la primera vez que lo intentan. La mayoría lo hace luego de unos cuantos intentos fallidos.
Los intentos fallidos por dejar de fumar, lejos de debilitar al fumador que quiere dejar de fumar definitivamente, lo hacen mas fuerte y mas preparado para dejar de fumar.
Por lo común se habla de siete intentos antes de dejar de fumar definitivamente.

Con los intentos fallidos se tendrá un mejor conocimiento de los síntomas de abstinencia y de que hacer para superarlas, como por ejemplo; tomar agua, mascar algo, hacer deporte, dormir, bañarse, gritar, lo que sea para superar la ansiedad, porque la ansiedad no tendrá misericordia ni escatimara recursos, hará lo imposible para que volvamos a fumar.

Por otro lado los intentos fallidos le dan “experiencia” al fumador ya sabe a lo que se enfrenta, sabrá cómo y cuando atacan las ganas de fumar, que es lo que mejor le resulta para superarlas y con ello, se podrán enfrentar mejor cuando se abandone definitivamente la adicción. Al mismo tiempo se habituara al organismo las ausencias de nicotina.

Nuestro organismo es una cosa de hábitos, y las reiteradas abstinencias de la droga por los intentos de dejar de fumar, lo pondrán en alerta y lo prepararan mejor para cuando sea liberado por fin de esa asquerosa dependencia.
Muchos fumadores se han dado cuenta que el primer intento por dejar de fumar es generalmente una experiencia horrible y que los posteriores intentos se hacen mucho mas fácil, porque el organismo se habitúa rápidamente a la ausencia de tanta sustancia toxica y sabe que funciona mejor sin ellas. Esto es un descubrimiento increíble ¿Verdad?

Definitivamente el organismo no quiere fumar, la adicción es algo netamente cerebral. Es el cerebro el que crea la adicción a la nicotina y abandona las funciones naturales que esta produce artificialmente y es el cerebro el que segrega la sustancia que produce el mono.

El organismo por una cuestión de protección natural, rechaza los venenos, intenta expulsarlos y hacerse inmune a ellos. Por esta razón la mayoría de las personas que dejan de fumar, desarrollan una cierta aversión al olor a tabaco.


Cuando una persona abandona la adicción al cigarrillo, al cabo de unos días el organismo y específicamente el cerebro volverán a funcionar normalmente y ya no necesitaran de la nicotina para ello. Todo es cuestión de cambio y de habituarse al nuevo modo de funcionar, que es por lo demás, el modo normal de funcionar. Nuestro cuerpo es sin duda una maquina maravillosa, viva, capaz de regenerarse y recuperar sus funciones naturales.

Cuando se deja de fumar, hay que aprender a vivir sin fumar. Es un reacondicionamiento lógico y natural de vuelta a los inicios. Dejar de fumar es volver a vivir normalmente y el organismo y la mente tardan un tiempo en retomar sus funciones normales que fueron abandonadas, cuando el fumador se convirtió en adicto.

Cuando un fumador pasa el periodo de retirada de la nicotina, vuelve a recuperar su salud, su dignidad, su autoestima como persona y su calidad de vida.
Se recupera la energía perdida, el sentido del gusto y el olfato.
Se recupera la serenidad, la claridad mental, la capacidad de concentración y sentirá un bienestar y un agrado que jamás había tenido antes.
Descubrirá con asombro que existe estos estados sin fumar y que son infinitamente mejores a los que el creía lograr con el cigarrillo.
Se recupera la capacidad pulmonar, se tiene el oxigeno adecuado en la sangre y el corazón funciona a su ritmo normal, la presión sanguínea baja y todas las funciones del organismo mutiladas por el cigarrillo vuelen a normalizarse.
Dejar de fumar, es la mejor decisión que puede tomar un ser humano

Cuando se deja de fumar, hay un periodo de incomodidad inicial, es el pequeño precio que hay que pagar por nuestra estupidez mental
Es un corto tiempo de cambio, que hay que pasar, es un camino que hay que recorrer, pero que tiene………. un destino maravilloso.

Yo….. bueno estoy tratando, ya llevo solo casi 2 meses y en mi mente aún siento el llamado, soy un enfermo, un adicto al cigarro y quiero sanar, he fumado por casi 30 años y no quiero verme así…

jueves, 13 de agosto de 2009

MI HIJO


Hoy, hace un mes que mi hijo me enseñó que ya era un hombre y no un niño como siempre lo vi. Como has crecido hijo mío; nunca pensé en verte de esa forma.
Fuiste bien claro cuando me dijiste que no querías que decidieran por tí, que tenías vida propia y que tú aprenderías de la vida sólo con ensayo y error, que no eras una proyección de mi vida y decidiste dejarme y prohibirme que te llame y dijiste que no me querías ver más.

Hace ya un mes que no sé de tí, cómo quisiera abrazarte y decirte lo orgulloso que me siento de mi hijo hombre, que te quiero mas que a nada en este mundo, que me parte el corazón no hablar contigo y desde que no te veo me siento mas solo que nunca. Eres mi único hijo y mi razón de vivir, te quiero tanto hijo.

Lo único que ahora te diría es....Vive hijo y se felíz, has de tu vida lo que tú creas que te da felicidad y busca siempre el amor, el amor a todo lo que te rodea, al final en esta vida eso es lo único que cuenta. Tengo 47 años y recién aprendí que la clave del éxito en la vida, es ser felíz en el medio que uno ha elegido.

Quizás cuando algún día llegues a ser padre, puedas entender a este viejo y tonto hombre que no supo hacer nada bien y que se arrepiente de lo que no hizo, tal vez nos faltaron mas paseos por el parque, o callar mas para poder escuchar.

Por eso me disculpo y lo único que te puedo decir que a pesar de todo te quiero mucho hijo mío...